Europa pone en órbita el Jules Verne

Seguimiento del cohete en la sede de la ESAEuropa espera ponerse al mismo nivel que Estados Unidos y Rusia en la Estación Espacial Internacional (ISS) con el lanzamiento de su carguero 'Jules Verne', un reto tecnológico que tiene también una dimensión política y estratégica.

El 'Jules Vernes', un cilindro de 4,5 metros de diámetro y 9,8 metros de altura con un peso de una veintena de toneladas (11,2 de carga para la ISS), debe ser puesto en órbita por un cohete también europeo Ariane-5 que despegó apenas cuatro minutos después de la cinco de la madrugada, hora española, de la base de Kurú, en la Guayana francesa, para cumplir una misión sin precedentes en la historia espacial del Viejo Continente.

Este Vehículo de Transporte Automatizado (ATV en sus siglas en inglés) es el precio escogido por Europa para "pagar su alquiler" por el uso de la EEI, en palabras del presidente del consorcio responsable del Ariane, Jean-Yves Le Gall.

En términos prácticos, el 'Jules Vernes' debe servir para tomar el relevo de la nave espacial de la NASA, que será jubilada de oficio en 2010, de forma que el aprovisionamiento de la Estación Espacial Internacional sólo podría haberse hecho con el instrumento 'Progress' ruso en el que los estadounidenses no tienen suficiente confianza, y de capacidades tres veces inferiores.

El reto técnico del carguero, asumido por la Agencia Espacial Europea (ESA), ha tenido que tener en cuenta las exigencias estadounidenses y rusas con un costo de 1.300 millones de euros.

La operación de lanzamiento se prolongó durante 86 minutos, al cabo de los cuales el 'Jules Verne' se situa en la órbita de la ISS pero a una cuarentena de kilómetros de distancia. Le Gall explicó que para poder poner en el aire su carga, el cohete Ariane-5 especialmente concebido para este vuelo se encendió dos veces.

Por ser el primer ATV europeo, se ha querido tomar precauciones y realizar una serie de pruebas sobre su funcionamiento en maniobras que se llevarán a cabo cada vez más cerca de la Estación Espacial Internacional.

Así hasta comienzos de abril, cuando se adosará al módulo ruso de la EEI y los astronautas podrán entrar y transferir su carga, que en este primer viaje se compone de agua (840 kilos), gases (nitrógeno, oxígeno, etcétera, 100 kilos), combustible (4 toneladas), alimentación, equipamientos diversos (5,5 toneladas). El acercamiento se llevará a cabo progresivamente, supervisado en tierra desde Toulouse (sur de Francia), mientras la EEI y la ATV sigan moviéndose a la vertiginosa velocidad de 28.000 kilómetros por hora. Los 280 últimos metros de distancia se salvarán con un sistema de guiado automático por láser que permite un nivel de precisión del orden de un centímetro.

Durante varios meses, el 'Jules Vernes' cumplirá una serie de funciones y, en particular, sus motores permitirán elevar en una treintena de kilómetros la altitud de la EEI, y finalmente los astronautas depositarán en su interior sus residuos, antes de sacarla de órbita, lo que llevará a su desintegración.

Si se cumplen las previsiones, se lanzarán hasta 2015 otros cuatro ejemplares del ATV, un programa encargado al grupo EADS Astrium, que ya ha empezado a trabajar en el sucesor de este primer carguero europeo. El próximo despegue de un Ariane-5 con otra unidad del 'Jules Verne' está inicialmente previsto para finales de 2009 o comienzos de 2010.