Con uno de los dos telescopios gigantes Keck, situados en lo alto del volcán hawaiano de Mauna Kea, un equipo internacional de investigadores ha descubierto lo que parecen ser las galaxias más lejanas y antiguas que se han observado hasta ahora.Gracias a un efecto natural de la luz llamado lente gravitacional, provocado por la curvatura del cosmos que ya postulara Albert Einstein, los cientĂficos han podido captar la tenue radiaciĂłn que aĂşn desprenden estos objetos, que nos llega de cuando el Universo tenĂa sĂłlo 500 millones de años, o menos de un 4% de su edad actual.
Los cosmĂłlogos creen que nuestro universo atravesĂł una Ă©poca de oscuridad entre los 300 y los 500 millones de años de edad, tras la cual comenzaron a brotar las primeras estrellas, galaxias y agujeros negros supermasivos. Tal es el tiempo al que los investigadores, encabezados por el astrĂłnomo Richard Ellis, del Instituto TecnolĂłgico de California (Caltech), han dirigido sus instrumentos. «Una de las principales motivaciones de la cosmologĂa observacional de hoy es arrojar luz sobre el crecimiento de estas primeras estructuras en esta importante pero poco comprendida era», tal y como indican en la revista Astrophysical Journal.
En total, los cientĂficos creen haber hallado al menos dos –probablemente seis– objetos que parecen ser galaxias nacientes cuya luz ha viajado desde los confines del cosmos, lo que quiere decir que provienen del tiempo en que el Universo acababa de nacer. «Creemos que estos objetos son los más antiguos que jamás hayan sido detectados», indicĂł ayer Ellis antes de presentar sus resultados en la Geological Society de Londres, segĂşn informa Reuters.
El efecto se ha producido gracias a la presencia de un gran cĂşmulo de galaxias entre nosotros y los objetos más distantes que se querĂan estudiar. Con su inmensa fuerza gravitatoria, el cĂşmulo doblĂł y acercĂł hacia nuestro mundo la luz proveniente de las galaxias primitivas, amplificándola 20 veces. Sin embargo, al tiempo que amplifica la sensibilidad, la lente gravitacional reduce el área de observaciĂłn, por lo que los investigadores creen que deben existir muchas más galaxias en estado de formaciĂłn en la zona estudiada. De hecho, fue la radiaciĂłn que emitĂan todas ellas la que alterĂł para siempre el Universo (al ionizar los átomos de hidrĂłgeno) y lo sacĂł de las tinieblas.
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