Los primeros 'sapiens' europeos llegaron a las frías tierras rusas hace unos 45.000 años. Fue en la región de Kostenski, a las orillas del río Don -a unos 350 kilómetros al sur de Moscú- donde estos humanos ya modernos, capaces de fabricar herramientas complejas, se asentaron tras un viaje de miles de años desde África, según revelan sendos estudios de paleoantropólogos rusos y estadounidenses publicados en la revista 'Science'. Para sostener su teoría, los científicos han datado con gran exactitud herramientas encontradas en estos yacimientos, que se extienden por más de 30 kilómetros a la orilla del río. Allí se excava sin cesar desde la década de los 50, y aunque la cantidad de restos humanos encontrados es muy escasa -principalmente, dientes sueltos- los paeontólogos sí han hallado multitud de restos que permiten denominar a estos humanos como "modernos", capaces de hacer tareas relativamente complejas, como coser pieles de animales para protegerse del frío.
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