Sin embargo, fuentes de la NASA indicaron que la construcción de la base se realizaría a través de una operación internacional y estaría lista en 2024, cuatro años después del previsto retorno del Hombre a la Luna. Horowitz agregó que la base será una especie de laboratorio científico, así como un centro de pruebas para las tecnologías que se utilizarán en los futuros viajes tripulados a Marte.
Según Doug Cooke, viceadministrador adjunto de la NASA, el punto más probable para iniciar la construcción de la base sería algún lugar cercano al polo sur lunar. A diferencia de las regiones ecuatoriales, en los polos las temperaturas son más benignas y reciben mayor cantidad de luz solar, lo que es crucial para los sistemas de suministro de energía que la NASA proyecta desarrollar para la Luna. En última instancia, esos sistemas podrían ser sustituidos por energía nuclear, señalaron las fuentes. Además, los científicos de la agencia espacial estadounidense creen que los polos albergan una mayor cantidad de recursos, como hidrógeno, oxígeno y otros materiales que podrían ser utilizados para apoyar los sistemas biológicos.