Los vegetales responden contra las amenazas externas

Plantas carnĆ­voras

Pese a su aparente serenidad, las plantas tambiĆ©n sufren de los nervios, se defienden y hasta sienten los dientes de quienes las devoran. Corre en su savia la hormona del peligro, la llamada jasmonato; lo que la adrenalina es a los humanos. La misiĆ³n de esta pequeƱa molĆ©cula, que se antoja fundamental para la supervivencia de los vegetales, es actuar de centinela, avisar de una amenaza exterior -un animal herbĆ­voro, un hongo, un insecto, una bacteria, un cambio brusco de temperatura- y oponer resistencia.

Tiene sentido conocer con detalle la baterĆ­a de genes de defensa que pone en marcha el jasmonato, por ejemplo, para poder desarrollar soluciones agronĆ³micas y medioambientales frente a las amenazas del cambio climĆ”tico. La ciencia no habĆ­a logrado descifrar toda la secuencia genĆ©tica que interviene en la transmisiĆ³n de la seƱal de alerta hasta ahora.

Un grupo de cientĆ­ficos del Centro Nacional de BiotecnologĆ­a del Centro Superior de Investigaciones CientĆ­ficas (CSIC), y de la Universidad Internacional de Elche, dirigidos por el biĆ³logo Roberto Solano, han descubierto los genes que intervienen en la reacciĆ³n de defensa quĆ­mica que se desencadena al detectar un peligro y que ayudan al vegetal a presentar batalla. La revista britĆ”nica 'Nature', reciĆ©n galardonada con el Premio PrĆ­ncipe de Asturias de la ComunicaciĆ³n junto con su rival estadounidense 'Science', recoge el hallazgo.

«Las plantas, al contrario que los animales, han elegido la inmovilidad a lo largo de su historia evolutiva, por lo que para sobrevivir se han visto obligadas a desarrollar complejos sistemas de alarma», explica Solano. El biĆ³logo del CSIC considera que, «teniendo en cuenta lo importantes que son para la vida humana, es sorprendente lo poco que aĆŗn se sabe acerca de sus mecanismos de percepciĆ³n de seƱales. Una vez localizados, «queda mucho por aprender sobre cĆ³mo actĆŗan los genes y cĆ³mo se coordinan a nivel molecular, celular, tisular y del organismo en su conjunto», advierte el experto.

La ciencia no ha ido por mal camino en este asunto. «Parece que no se inmutan si las tocamos o le arrancamos una hoja, pero si un gusano se posa sobre ella e hinca su diminuta dentadura, la planta tratarĆ” de defenderse y, ademĆ”s, alertarĆ” a sus vecinas sobre el peligro, han venido a decir hasta la fecha otros estudios cientĆ­ficos sobre este asunto realizados en la Universidad de TurĆ­n y en el Max Plance Institute de Alemania que aparecieron publicados en la revista 'Plants Pshisiology'. Buen ejemplo de que los vegetales perciben cuando se les toca lo ofrecen las carnĆ­voras, que enseguida cicatrizan la zona.

De combatir peligros como el exceso de sal, la sequedad y la falta de nutrientes en el suelo, tambiĆ©n ha hablado el cientĆ­fico del CSIC Armando Albert, quien aventura incluso alguna posible aplicaciĆ³n del hallazgo genĆ©tico de los mecanismos de defensa de las plantas.

Publicar un comentario

0 Comentarios