Nectocaris pteryx, un enigmático fósil antepasado del calamar

Recreación del Nectocaris pteryx, cefalópodo primitivo. MARIANNE COLLINUn animal que vivió hace 500 millones de años y no fue descubierto hasta hace un siglo en el yacimiento de Burgess Shale (Canadá) ha sido ahora identificado como uno de los más primitivos moluscos cefalópodos, antepasado del calamar, el pulpo y la sepia. El Nectocaris pteryx es un carnívoro que fue considerado como una gamba con cola cuando sólo se conocía un ejemplar, y que no fue descrito hasta 1976. Sin embargo, hace tres décadas se reabrió este tesoro paleontológico, que guarda las huellas de la fauna marina de cuerpo blando surgida en la explosión del Cámbrico, y los investigadores han dispuesto de otros 91 especímenes para estudiar y han concluido que es un molusco. Así lo publican los paleontólogos canadienses Jean-Bernard Caron y Martin R. Smith en Nature.

Este primitivo animal vivió hace hace 500 millones de años, en el periodo del Cámbrico medio y durante décadas el único especimen que se conocía fue un misterio para la ciencia.

La investigación de Jean-Bernard Caron y Martin R. Smith, ambos de la Universidad de Toronto (Canadá), lograron identificar la especie entre la inmensa colección de criaturas encontradas en el famoso yacimiento de Burgess Shale, en el que se conservan fósiles de organismos de cuerpo blando que evolucionaron en un periodo de explosión de la vida en el planeta.

Durante los últimos 30 años, conservador jefe de las colecciones del Museo Real de Ontario, Desmond Collins, ahora jubilado, se dedicó a recoger hasta 91 nuevos fósiles del 'Nectocaris' en un lugar llamado Walcott Quarry.

Estos nuevos restos, que tienen entre dos y cinco centímetros de largo, permitieron a Caron y Smith descubrir que se trataba de uno de los primeros cefalópodos, retrasando su origen al menos 30 millones de años.

El 'Nectocaris' tiene un cuerpo aplatastado con forma de cometa, con dos enormes ojos y dos largos tentáculos que, según los investigadores, le ayudaban a buscar y comerse a sus víctimas. En 'Nature', donde publican su trabajo esta semana, sugieren que nadaba gracias a sus dos grandes aletas laterales y que tenía en la cabeza una especie de sifón con forma de embudo para acelerarse durante su locomoción.

Pero una de las características más llamativas es que no tenían caparazón mineralizado, lo que supone que el primitivo ancestro de este grupo era una criatura similar a los modernos nautilus o a las extintas amonitas.

Smith recuerda que durante mucho tiempo se pensó que los cefalópodos evolucionaron en el Cámbrico tardío, después de que aparecieran los caparazones que les permitían flotar. Sin embargo, en este caso se observa que podían nadar sin ayuda de estos caparazones, que habrían aparecido más tarde.